viernes, 21 de octubre de 2011

Cine / Copia Certificada

Acerca de “Copia Certificada”
Lo ambiguo y lo contrario
(Otro viaje en Italia)
Nicolás Fratarelli

Acaso
En el film de Abbas Kiarostami, Copia Certificada (2010), la realidad y la fantasía comparten el mismo espacio, a  tal punto que no se sabe cuál es cuál, qué es qué y dónde está una y dónde la otra. A lo largo de toda la película y los límites se diseminan, se desdibujan, se confunden, aparecen. Tenemos la historia delante de nosotros, la miramos, la seguimos, estamos atentos, inquietos, las cosas van pasando frente a nuestras narices y a pesar de ello nos preguntamos si lo que pasa es lo que pasa o nos parece a nosotros que las cosas pasan de ese modo.
El tema de la película podría decirse que es la ambigüedad, o qué miramos cuando miramos, o  dónde cada uno de nosotros es en sí mismo y hasta dónde somos la mirada que el otro hace de nosotros.
Todo comienza en una conferencia, en un encuentro entre el conferencista (William Shimell) buen mozo, interesante, inteligente, profundo, intelectual y una participante a la conferencia (Juliette Binoche), linda, desprolija, algo alienada, poco atenta a lo que se dice, preocupada por su hijo y por conseguir autógrafos, dueña de una galería de arte. Sigue en un viaje en auto sin rumbo fijo por las calles  de Arezzo que nos muestra la ciudad, presente, reflejada el su parabrisas. Conduce ella. Una conversación entre ellos que muestra admiración y fastidio, un chiste al que le matan el remate, la decisión de viajar a alguna parte y el viaje por la ruta hacia esa alguna parte, donde el conferencista propone “mejor callémonos y disfrutemos el paseo”. Luego el arribo a Lucigniano, ciudad medieval de origen etrusco, la visita al museo, un cuadro falso que es real, un café, una llamada por teléfono a él, una vieja camarera que habla con ella (escena memorable, una de tantas), otro llamado  telefónico, esta vez a ella, y el gran quiebre del film ¿el inicio?, ¿el fin?, ¿otra película? Sigue. La película deja bordes permeables. Aparecen parejas bailando, música napolitana, discusiones personales, discusiones sobre el arte, esculturas, trattoría, lápiz labial, vino picado, cambios de roles, él, frívolo e irritado, ella, serena e inteligente, él, un día se afeita y otro no, ella, que huele la almohada.

De película
Sabido es la admiración de Kiarostami  por Roberto Rossellini, y quizá para seguir jugando con esta ambigüedad el director iraní desea realizar una copia certificada de “Viaggio in Italia” film de 1954 (entiéndase la humorada, no existe ni una pizca de copia de un film a otro, pero sí una permanente referencia al film del italiano). Porque Rossellini está dentro de la película, así como sus protagonistas, el matrimonio Joyce (Ingrid Bergman y George Sanders) y sus situaciones: el auto andando por esas calles estrechas, la pareja que discute dentro del auto, la contemplación del paisaje, Italia (del sur con Rossellini del norte con Kiarostami) un museo y  lo falso que pontificado como original  que resulta ser más cierto que lo ficticio (¿ o acaso el magnífico Hércules Farnesio del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles que muestra Rossellini no es una copia romana de una escultura griega y se muestra como original?) 
Puede ser que lo original sea un original,  que rúbricas y estudios científicos así lo certifiquen, que no haya dudas de que lo original sea original, que existan carbonos catorce que lo testifiquen, sin embargo por momentos algo impostor puede resultar más verosímil que lo certificado. No recuerdo quien contaba que en una oportunidad, en los Estados Unidos, en la época del gran éxito de Charles Chaplin, organizaron un concurso de parecidos al gran actor de “Luces en la ciudad”. En la vereda se desplegó una gran hilera de personajes que lo imitaban. Chaplin, Charles, el real, como un juego, también participó: Salió cuarto.  La película juega con esta ambigüedad (como este comentario entre paréntesis sin cita cierta) y deja abierta la discusión. 
 ......
En el film de Rossellini en un momento lo oculto se manifiesta cuando un grupo de arqueólogos descubre a una pareja intacta tapada por las lavas del Vesubio en la antigua Pompeya. Allí la crisis. En la película del iraní  nunca se sabe lo que se oculta y lo que muestra y tampoco lo contrario. Allí la crisis.



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