miércoles, 26 de febrero de 2014

Literatura / El Zumbido

Después de leer
EL ZUMBIDO 
de Sergio Caracciolo

N.F.

Un zumbido tiene algo de murmullo, algo de silbido, 
algo de viento. Un zumbido tiene algo de molesto. Un zumbido, es más que un sonido, toma forma de sonido pero no es una “mera” resonancia monótona, es otra cosa, se esconde detrás de la forma sonido pero es otra cosa.  El zumbido es un algo que está y que nadie desea que esté.

Sergio Caracciolo adoptó este nombre para su novela. Un gran título que representa a la perfección la historia que cuenta, porque, como un zumbido, el tema que trata aún revolotea por encima (por detrás, por adentro, por entre) de las almas de los argentinos.

La novela cuenta una historia de amistad de quienes terminaron convirtiéndose en excombatientes de  Malvinas. (Qué fácil es poner etiquetas. Alguien que estuvo en una guerra es un “excombatiente”. Punto. Se le pone un rótulo y nos quedamos tranquilos nombrándolo así.) Me corrijo.  La historia narra combatientes, antes, durante y después de la guerra;  y con ello reflexiona de una manera sentida sobre el  zumbido que a más de treinta años de sucedido, todavía sigue surcando el aire que nos rodea. 


La novela es excelente, está extremadamente bien escrita  y contada de una manera muy original. Con un tema duro,  Sergio Caracciolo hace una obra literaria que nos lleva de la mano por campos que rozan eriales y jardines -más lo primero que lo segundo-. 

El autor nació en 1970. Cuando fue el disparate de la guerra  tenía sólo doce años. La novela está escrita y documentada con tal precisión y con tanta solidez  que  lo imaginé a él, con su pluma, uniforme de fajina  y casco de guerra agazapado arrastrándose por esas piedras perdidas en los  mares del sur. Eso sólo lo consigue un gran escritor.  Eso lo alcanza solamente un gran libro.




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