LA DERECHA COOL, LA NEO DERECHA O EL NEO-NEOLIBERALISMO,
REFRESCA MEJOR.
El liberalismo actual es canchero.
Cool, para ser más exactos.
La derecha de estos tiempos, las que nos gobierna sentada en
la casa rosada desde hace un año y pico, esta derecha elegida por el voto
soberano (no la derecha que nos gobierna de facto desde el poder real desde
hace más de un siglo), esta derecha es piola, que digo piola, es repiola.
Esta derecha toma agua mineralizada y se refresca la cabeza
mientras el sol ilumina las gotas que se esparcen libres sobre sus cabelleras
brillantes. Esta derecha alegre, cocacola, descontracturada.
La derecha actual que nos gobierna, esta que ocupa simultáneamente el Banco Central, el Banco de la Ciudad y el Banco de la Provincia de Buenos Aires, ¡es lo más!
Esta derecha liberal, neo-liberal, neo neo-liberal , no se
pronuncia, de derecha ni liberal ni neo liberal, ni nada. Es más esta negación
de nombre colabora con la imagen de modernidad que esta derecha quiere
brindarle a la sociedad.
En su época, los antiguos liberales se decían liberales.
Ellos eran “eso”. Estos no, estos desdibujan sus títulos en autodenominaciones
tales como “demócratas”, “socialdemócratas” o “desarrollistas”. Gobiernan con
las mismas políticas económicas que sus antecesores liberales lo hacían bajo
dictaduras o gobiernos títeres, pero se dicen democráticos.
Se dicen democráticos. Nunca xenófobos. Democráticos, nunca
negacionistas. Democráticos ni locos plutocráticos. (¿Qué es eso? ¡No
molestes!)
La derecha actual aplica las mismas políticas reaccionarias
de sus antecesores más queridos –aunque no reconozcan que sean queridos sus
antecesores-. Tienen la misma mentalidad que aquellos: odian lo popular,
detestan lo inclusivo, les repugna los derechos humanos, le apesta la
inmigración pobre –aunque les abre las puertas a cualquier extranjero poderoso
que pueda alambrar miles de hectáreas-, son amantes de los EEUU, admiran el
libremercado, pero tienen una diferencia enorme con la derecha del pasado de
Alsogaray ,de Martínez de Hoz o de Cavallo: si bien aplican sus mismas
políticas lo hacen con el último botón del cuello de su camisa sin abrochar. O
sea, a diferencia de los anteriores, estos abandonaron la corbata colgadas en
el placard.
Sus antepasados liberales explicitaban lo qué hacían,
manifestaban cuál era su proyecto de país. No les importaba si sus ideas eran
simpáticas o antipáticas. Estos, los de hoy, los que asumieron vía voto
soberano, no sólo nunca reconocerían ser de “derecha” (categoría que los
ofende, no por el lugar ideológico en que los ubica la enunciación, sino por la
certeza que provee de tal definición -y a ellos no les gusta las certezas-),
sino que nunca reconocerían que su política, es la de “achicar el estado para
agrandar la nación” -como sí los decía Alsogaray (ministro de economía del
desarrollista Frondizi) o Martinez de Hoz (ministro estrella de la dictadura
76-83)- aunque para eso trabajan día tras día.
Esta nueva derecha es joven más allá de la edad. Y blanca. Y
buena. Todos son blancos, bondadosos y tienen treinta años. Sus integrantes
tienen más swing que Alsogaray, que Martínez de Hoz y que el mismísimo Cavallo
juntos.
Hablando de Cavallo. A diferencia del ex ministro de la
convertibilidad, estos hablan perfectamente el inglés. Pronuncian perfecto.
Cavallo desarrollaba su misma política pero “hablaba mal el inglés”. Estos no,
estos son angloparlantes. Estos está lejos de Menen. Menen era muy grasa. Usaba
corbata. Corbata con patillas. Y se comparaba con Julio Iglesia. Si bien Menen
hacía lo que ellos querían, estos sabían que en definitiva Menen era un
“negro”. Y eso, con ellos no va. Porque ellos no son ni los carcamanes de la
dictadura, ni “los noventa”, son otra cosa, son cool, son pibes y pibas lindas.
Caen bien. Saben reír.
Son fotogénicos.
Saben desenvolverse publicitariamente. Caminan como niños
por los charcos de las calles anegadas para salir en las fotos, aunque las
veredas estén secas.
Además tienen apellido que suenan bien. Prat Gay. P-r-a-t- -
G-a-y. Suena bien. Muy bien. Hermoso. No suena García o Fernández. Suena
distinguido.
A estos, integrantes de la derecha cool, los ministerios de
comunicación (que atienden a toda hora en miles de bocas de expendios en casas,
bares y en los lugares más insólitos de la patria) los apaña. Los presenta
envueltos para regalo. Los vende como al mejor de los dentífricos. Presentan
sus dichos vacíos como si tuvieran contenido, sus sonrisas como políticas
públicas y sus antiguas propuestas económicas como novedades.
Estos no necesitan como lo necesitaron sus antecesores
liberales, de dictaduras para imponer sus políticas, estos no necesitan tanques
de guerra que disparen tiros, o mejor dicho además de algunos tanques que
disparen tiros, necesitan tanques de guerra mediáticos, necesitan de tanques que
disparen titulares , que disparen titulares como metralla sin parar , necesitan
que disparen titulares tales como “Dicen que en pocos meses la economía
funcionará mejor: Hay optimismo en la población”, “ las encuestas indican que
la mayoría apoya al gobierno”, “la gente está de acuerdo con los aumentos de
luz, agua, gas, teléfono, pan, carne, verdura y pincitas de depilar”, “Todos
creen que está bien la quita de las retenciones a los sojeros”, “ Alegría
popular por el levantamiento del cepo del dólar”, “Todo lo malo se debe a la
herencia recibida”, y así de etcétera ametrallan todos los días, todo el tiempo
y por todos lados. Todo lo que hace unos años era malo ahora es bueno y al
revés.
Estos tipos gobiernan sin los tics de Alsogaray, sin las
orejas de Martínez de Hoz, sin la calvicie y la mala pronunciación del inglés
de Cavallo. Estos tipos, actuales, tienen otra llegada. No gritan. No se
apasionan. Te dan el garrote y te dicen “tranqui”, te lo pegan con bailecito,
“sin ideología”, y mientras te lo dan y dan y dan te dicen “que nada de eso que
pasa, pasa”. Y a uno así no le duelen los golpes, no le afecta la falta de
trabajo, no le importa los tarifazos, no le interesa la exclusión de los que
menos tienen, porque te dan el garrotazo educadamente, porque estudiaron en
buenos colegios y cuando te explican
Esta derecha sí que vale la pena.
El tanque mediatico dice que estos tipos son impolutos,
transparentes, incorruptibles. Nunca tiran una bolsa por arriba de una pared.
Saben depositar en cuentas off-shore. Tienen clase. Son prolijos. Los
carcamanes desaparecieron de escena. Ahora es el turno de esta derecha. De esta
derecha actual, cool, piola, re-piola, de esta derecha cocacola.
Prolijos los tipos, lindos. Hablan bien el inglés. Good
morning . Camisita celeste tienen los tipos. Camisa celeste. Desabrochado
tienen el último botón de la camisa. Descontracturados son. Muy peligrosos son.
Muy peligrosos.