Merodean Sonidos urbanos
N.F
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Músicos callejeros
Buenos Aires tiene excelentes músicos callejeros. Se mezclan entre ellos exquisitos ejecutantes de saxos y de trombones. Se los puede encontrar en cualquier parte. Los pasillos de los cruces de las estaciones tienen una acústica especial. Cerca de la estación Catedral una voz grave y bien afinada canta canciones de Zitarrosa, más allá –hacia Bolivar- una joven de no más de veinte años saca a Bach desde su el violín, en la estación 9 de Julio unos pibes de rasta hace un mini show de reggae frente a una escalera fija. En Pueyrredón se puede escuchar las canciones del Cuchi Leguizamón y debajo el paso bajo nivel de Banfield a un dueto de trompeta y bajo que toca a Jobín, Vinicius, y una hermosa versión de “Hojas Muertas” mientras se suceden los quejidos de los trenes que uno deja pasar para escuchar el sonido de la música. En frente del antiguo Banco de Boston, en el ángulo armado por Diagonal Norte y Bartolomé Mitre, donde Florida de calle peatonal pasa a ser vereda, un grupo de rock despliega todo su histrionismo y a su vez su virtuosismo instrumental, y junta a cientos de oficinistas y turistas que golpean el pie contra el piso siguiendo el ritmo. A pocas cuadras alguien con una guitarra eléctrica y un equipo del que sale la base de bajo y batería toca las canciones de Los Beatles, no muy lejos un flaco de dedos largos hace alarde de su talento tocando con su guitarra las canciones de Oscar Aleman, cerca de la bajada del subte un grupo ataviado con trajes de indígenas -apaches- y plumas en la cabeza toca con sus quenas las canciones de Abba y por más que se esfuerce no logra bajar el promedio de calidad musical que se sucede en las calles.